El film anti-graffiti tiene un revestimiento especial resistente a los arañazos que repele la mayoría de los sprays, pintura y bolígrafos, y se limpia con productos de limpieza básicos.
Es una alternativa eficaz a la costosa y lenta sustitución de un cristal dañado, ya que extraer o recolocar una lámina marcada o rayada es un proceso rápido y sencillo gracias al adhesivo de fácil extracción.